Como economista, suelo medir el éxito con cifras y resultados: crecimiento, rentabilidad, eficiencia. Pero hay otra métrica, menos tangible y, sin embargo, esencial para cualquier sociedad avanzada: la capacidad de generar valor más allá de la cuenta de resultados. Hoy les hablaré de mi responsabilidad social particular, la de las personas con parálisis cerebral de cuya discapacidad está afectada mi hija.

Como economista tengo clarísimo que la economía no puede avanzar al margen del tejido social. La productividad y la innovación se desarrollan en contextos donde las personas se sienten reconocidas, incluidas y con oportunidades. Pocas herramientas encarnan mejor esos valores que el deporte. Con este concepto interiorizado desde siempre y como buen apasionado del tenis que soy, este mes de septiembre he promovido la octava edición del Torneo de Tennis AREMI "Fes-li un Match-Point a la Paràlisi Cerebral". Ha sido, un año más, un éxito rotundo: en participación, en solidaridad y en recaudación.

Porque cuando un club, en ese caso el magnífico Club Tennis Lleida, abre sus puertas a la solidaridad, cuando un patrocinador decide apoyar patrocinando una actividad como el Torneo AREMI, cuando cada jugador o jugadora se inscribe en una propuesta como nuestro Torneo, está enviando un mensaje que trasciende el deporte. Está apostando por una sociedad mejor, por comprometerse con un mundo mejor para todos. El 20 de septiembre, en el Club Tennis Lleida, se jugo, se compitió y se disfrutó. Todos los inscritos participaron de una tarde de buen tenis, se llevaron un regalo realizado por personas con Parálisi Cerebral y tras la ronda de partidos, se les ofreció un refresco en los jardines del Club mientras se sorteaban fabulosos regalos que empresas comprometidas donaron para la causa.

Un éxito! Por y para Adela y sus compañeros de AREMI!