EMPRESA FAMILIAR. CONCURSO DE ACREEDORES. ¿SE PUEDEN EVITAR?
Resulta paradójico que las empresas, en particular las PYMES, entren en situaciones complicadas cuando teóricamente deberían tener indicadores que alertasen de la entrada en aguas turbulentas.
Según noticias aparecidas en diferentes medios, se están incrementando los Pre-concursos (5 bis) y los Concursos de Acreedores.
A mi en particular no me sorprende cuando herramientas básicas de gestión como el Control Presupuestario y el Control de Gestión no se utilizan de modo generalizado. Forma parte de mi trabajo como Consejero Externo, establecer y mejorar estas herramientas. Una multinacional, sin excepción, basa sus estrategias en la información que le proporcionan sus órganos de control, su propia estructura, en el caso de PYMES debemos ajustar estas estructuras y medidas a escala y al nivel de cada una de ellas. Son, sin ningún género de dudas, imprescindibles y evitan males mayores.
Cuando revisamos la información con cadencia mensual tenemos la posibilidad y el margen necesario para corregir aquellos desfases que se producen. Si esperamos al cierre anual, han transcurrido demasiados meses y el/los problema/s ya han adquirido un tamaño más difícil de gestionar.
Cuando a estas carencias, le añadimos la falta de Órganos de Gobierno ortodoxos, con calendarios fijos de reuniones, estamos ante una gestión dirigida por el día a día, que nada tiene que ver con una visión estratégica de la empresa dentro de su sector y su mercado.
Hace unos días, un empresario me reconocía, que haber instaurado Consejos de Administración mensuales y Consejos de Dirección quincenales les había supuesto una gran mejora interna. En primer lugar, la comunicación entre accionistas y, después, la interdepartamental. A estos consejos no se va con “las manos en los bolsillos”, sino que deben prepararse concienzudamente, para que aporten valor y los empresarios puedan tomar decisiones basadas en una intuición ilustrada con datos y recomendaciones.
Las nuevas tecnologías y software (ERP) pueden ayudar lógicamente, pero tenemos que saber indicarles qué información precisamos y alimentar al sistema para que puedan emerger informes adecuados a nuestras necesidades en cantidad y calidad (sobre todo) relevantes. ¿Cuántas PYMES tienen implantado un sistema de Business Inteligence?
Desde luego, si seguimos gestionando el día a día, no dispondremos de tiempo para pensar estratégicamente. Puedo demostrarles son clave de éxito y/o de paralización de fracasos. En ocasiones hay factores exógenos ajenos a la empresa que pueden incidir de forma directa y muy negativa. Es cierto, pero son excepcionales. Hablamos de situaciones de mercado “normales”, aunque no está de más tener un plan de crisis preparado. Una Due Diligence nos puede servir a estos efectos. Los datos nos aportan sensación de seguridad, amén de la intuición empresarial que es una ventaja competitiva. Información con talento es un tándem ganador.
Cuantas casuísticas diferentes he vivido, pero todas tienen factores coincidentes, en particular en aquellas Empresas Familiares cuyo nivel de ingresos era elevado y “de repente” tenemos que reestructurar la compañía con las subsecuentes medidas drásticas que hay que adoptar. Todo cambio repentino (por haber llegado tarde en los pertinentes análisis de la situación) supone un estrés altísimo.
Estos procesos tardan en gestarse una media de cinco años. ¿No ha habido tiempo de verlo? ¿Qué se ha hecho en este interim?
En un caso en concreto, el empresario era de avanzada edad (76) y los ejecutivos eran los de toda la vida. Gran confianza en ellos, pero sin actualización formativa ni en nuevas tendencias. Eran muy buenos, puedo suponer, cuando la empresa era pequeña, pero la empresa creció, la estructura quedó obsoleta y los análisis realizados no aportaron al empresario una verdad (valor) que le permitiese tomar decisiones a tiempo. ¿Cómo le dices a alguien que un esfuerzo de 40 años puede desaparecer? Mi gestión se basó en realizar los planes de viabilidad pertinentes con la realidad de la empresa reflejada.
El empresario me agradeció saber donde estaba por muy duro que fuese. Y el resto del equipo también. Nunca hay que olvidar que detrás de un proyecto empresarial hay vidas y familias. Pudimos mantener al personal clave válido durante el proceso. Imagínense ustedes cuanto sufrimiento hubiésemos podido evitar si en su día hubiesen tenido las herramientas de Control y los Órganos de Gobierno habilitados para no llegar a una situación tan crítica.